Me desarma tu cuerpo;
la suave curva de tu cadera
que se une entre tus piernas,
el bello que nace de tu ombligo
y acaricia tu pecho
(me recorre un escalofrío),
tus manos firmes y tiernas
al momento de encontrarse con mi piel
y hacerla eterna,
la sed de tu lengua fría por el jadeo
que toma de mis labios
el calor y la dulzura,
la pasión y la locura.
El movimiento de tu cintura,
la lujuria en tu mirada.
Mi sonrisa enamorada.
domingo, 19 de abril de 2009
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