lunes, 6 de octubre de 2008

O ·

algo así como recién al tener hambre y decidir hacerme un té, ir a la cocina y encontrarme el té ya hecho y frío, olvidado, abandonado como cuando tenés 10 años y ves el sol y querés volar, entonces te pasás la tarde armando un barrilete y *pah* se da vuelta la noche y se fue el día, y al día siguiente volás pero después el barrilete se enfría, se olvida, se abandona...
porque tenías hambre, pero no más que un hambre que redondea el círculo de la vida, ese que empezamos a trazar con los dedos por las paredes de las veredas, las veredas con las baldozas que caminamos paso a paso, ese círculo que vamos dejando detrás como los caracoles la baba, que desde que tenemos memoria está y no sabemos por qué; nunca se cierra, y buscamos la vuelta correcta y seguimos trazando con tizas y después graffitis, hasta que se cierra y *chin* nada, no nos damos cuenta, no queremos, seguimos girando y girando buscando la vuelta, intentando alcanzar la sortija desde la calesita; y el círculo nos envuelve en vacío, está lleno de vacío y un montón de cosas que no conocemos por fuera, como un anillo en una montaña, como en la superficie del mar las olas que golpean el hielo de un iceberg. justo ahí, frío, olvidado, abandonado.
y damos vueltas y vueltas, buscando calor, como un perro que gira sobre sí mismo antes de echarse sobre la cama, como un gato mirando la luna y otro gato del otro lado mirando la luna. *mrgrmgrm* las tripas se retuercen del hambre que no es más que cualquier hambre que deambula por cualquier círculo anillo iceberg luna.

y si en realidad no tenemos hambre? y si enrealidad sólo queremos llenar la panza? porque este vacío de mierda nos priva de lo que hay fuera; pero y si llenamos nosotros mismos este vacío? sin necesidad de buscar el calor, este frío puede ser nuestra vida y podemos traer un pedacito de sol con el barrilete que alcanza hasta lo que vos quieras; sin más y sin menos podemos ahora agarrar una pluma y escribir nuestra propia historia insignificante para engrandecer el corazón de alguien que busca como nosotros, podemos trazar las líneas de la libertad a nuestro gusto y elegir no seguir los pasos de otros 10 años que pasaron por estas baldozas.