martes, 21 de abril de 2009

Rayuela (57)·

-Clarito, che. Vuelvo de cuatro partes simultáneas: El sueño de esta mañana, que sigue vivito y coleando. Unos interludios con Pola que te ahorro, tu descripción tan vistosa del sepelio del chico, y ahora me doy cuenta de que al mismo tiempo yo le estaba contestando a Traveler, un amigo de Buenos Aires que en su puta vida entendió unos versos míos que empezaban así, fijate un poco: "Yo entresueño, buzo de lavabos." Y es tan fácil, si te fijás un poco, a lo mejor vos lo comprendés. Cuando te despertás, con los restos de un paraíso entrevisto en sueños, y que ahora te cuelgan como el pelo de un ahogado: una náusea terrible, ansiedad, sentimiento de lo precario, lo falso, sobre todo lo inútil. Te caés hacia adentro, mientras te cepillás los dientes sos verdaderamente un buzo de lavabos, es como si te absorbiera el lavatorio blanco, te fueras resbalando por ese agujero que se te lleva el sarro, los mocos, las lagañas, las costras de caspa, la saliva, y te vas dejando ir con la esperanza de quizá volver a lo otro, a eso que eras antes de despertar y que todavía flota, todavía está en vos, es vos mismo, pero empieza a irse... Sí, te caés por un momento hacia adentro, hasta que las defenzas de la vigilia, oh la bonita expresión, oh lenguaje, se encargan de detener.

Rayuela (54)·

-Tenés razón -dijo Talita-. ¿Por qué me habré puesto? A mí en realidad no me gustó nunca la rayuela. Pero no te fabriqués una de tus teorías de posesión, yo no soy el zombie de nadie.

-No hay necesidad de decirlo a gritos.

-De nadie -repitió Talita bajando la voz-. Vi la rayuela al entrar, había una piedrita... Jugué y me fui.

-Perdiste en la tercera casilla. A la Maga le hubiera pasado lo mismo, es incapaz de perseverar, no tiene el menor sentido de las distancias, el tiempo se le hace trizas en las manos, anda a los tropezones con el mundo. Gracias a lo cual, te lo digo de paso, es absolutamente perfecta en su manera de denunciar la falsa perfección de los demás.

Rayuela (48)·

Lo malo era que en el fondo el estaba bastante contento de sentirse así, de no haber vuelto, de estar siempre de ida aunque no supiera adónde. Por encima de ese contento lo quemaba como una desesperación del entendimiento a secas, un reclamo de algo que hubiera querido encarnarse y que ese contento vegetativo rechazaba pachorriento, mantenía a distancia. Por momentos Oliveira asistía como espectador a esa discordia, sin querer tomar partido, socarronamente imparcial. Así vinieron el circo, las mateadas en el patio de don Crespo, los tangos de Traveler, en todos esos espejos Oliveira se miraba de reojo. Hasta escribió notas sueltas en un cuaderno que Gekrepten guardaba amorosamente en el cajón de la cómoda sin atreverse a leer. Despacio se fue dando cuenta de que la visita al Cerro había estado bien, precisamente porque se había fundado en otras razones que las supuestas. Saberse enamorado de la Maga no era un fracaso ni una fijación en un orden caduco; un amor que podía prescindir de su objeto, que en la nada encontraba su alimento, se sumaba quizá a otras fuerzas, las articulaba y las fundía en un impulso que destruiría alguna vez ese contento visceral del cuerpo hinchado de cerveza y papas fritas.

Rayuela (46)·

-Mirá -dijo Traveler en voz baja. De todas maneras alguna vez te mandarás a mudar y no hay necesidad de que yo te ande haciendo señas. Yo no dormiré de noche, como te lo habrá dicho Talita, pero en el fondo no lamento que hayas venido. A lo mejor me hacía falta.

-Como quieras, viejo. Las cosas se dan así, lo mejor es quedarse tranquilo. A mí tampoco me van tan mal.

-Parece un diálogo de idiotas -dijo Traveler.

-De mongoloides puros -dijo Oliveira.

-Uno cree que va a explicar algo, y cada vez es peor.

-La explicación es un error bien vestido -dijo Oliveira-. Anota eso.

MP3 ·

~ God Is An Astronaut · Far From Refuge
~ The Mars Volta · Frances The Mute
~ Mika · Life In Cartoon Motion
~ The Beatles · Love
~ Placebo · Sleeping With Ghosts
~ Sevendust · Southside (Double - Wide Acoustic)
~ Stone Temple Pilots · Thank You
~ Nine Inch Nails · The Fragile

domingo, 19 de abril de 2009

Respiro tu esencia en mi almohada ·

Me desarma tu cuerpo;

la suave curva de tu cadera
que se une entre tus piernas,

el bello que nace de tu ombligo
y acaricia tu pecho
(me recorre un escalofrío),

tus manos firmes y tiernas
al momento de encontrarse con mi piel
y hacerla eterna,

la sed de tu lengua fría por el jadeo
que toma de mis labios
el calor y la dulzura,
la pasión y la locura.

El movimiento de tu cintura,
la lujuria en tu mirada.

Mi sonrisa enamorada.

domingo, 12 de abril de 2009

Para vos ·

Hay personas que no se animan a negar cosas a otras por miedo a 'quedar mal'; yo no puedo negarte nada por miedo a causarte el más mínimo dolor o insatisfacción. Y me parece hermoso.
Tampoco me gusta que alguien más te diga que no; me gustaría estar ahí para evitarlo, para cuidarte... Hacerte sentir mi amor. Porque, por más que yo sea una nena al lado tuyo, el instinto protector me nace ante tu vulnerabilidad divina.
Ya una vez te dije que saber que estás triste, conociendo a ese chico fuerte y feliz que le saca y le da todo a la vida con la más preciosa actitud, me rompe el alma; no soporto la sola idea...
Y por eso quiero pedirte que, cuando sea que lo necesites, busques en mí un abrazo para darte el más sincero del mundo; aunque no quieras hablar, aunque yo no sea capaz de contestarte, nunca dudes en pedirme o decirme lo que sea porque desde mi posición voy a hacer lo posible por hacerte bien. Sabé que hay alguien en el mundo a quien le importás por sobre todo y siempre va a estar ahí para vos.

sábado, 11 de abril de 2009

Entre sueños ·

Una puñalada a un osito de peluche.

La imagen de un hombre canoso parado de espaldas en la mitad de la vereda,
en la noche silenciosa de mis pasos.

La decisión de las mujeres en base al juego de damas,
con un tablero gigante sobre el pasto.

El recuerdo del beso al amigo que sube por la espalda.

El auto que dobló directo hacia mí, para chocarme.

La tibia pluma de sus dedos.

viernes, 3 de abril de 2009

Con los ojos cerrados ·

Acostada;
luces apagadas.
Y él por encima de mí,
sentado contra la pared,
haciendo de sus muslos mi almohada.

Un holograma de su cabello descuidado.

Presente desde otro lugar;
tal vez el mismo momento.

Instante
en que volví a sentir la protección,
abrazada por su paz,
consumida por la seguridad.

Como una canción de cuna...

Mi ángel de la guarda viste su figura.