martes, 21 de abril de 2009

Rayuela (54)·

-Tenés razón -dijo Talita-. ¿Por qué me habré puesto? A mí en realidad no me gustó nunca la rayuela. Pero no te fabriqués una de tus teorías de posesión, yo no soy el zombie de nadie.

-No hay necesidad de decirlo a gritos.

-De nadie -repitió Talita bajando la voz-. Vi la rayuela al entrar, había una piedrita... Jugué y me fui.

-Perdiste en la tercera casilla. A la Maga le hubiera pasado lo mismo, es incapaz de perseverar, no tiene el menor sentido de las distancias, el tiempo se le hace trizas en las manos, anda a los tropezones con el mundo. Gracias a lo cual, te lo digo de paso, es absolutamente perfecta en su manera de denunciar la falsa perfección de los demás.

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